IMPORTANCIA DE LA INTEGRACIÓN PADRES Y MADRES AL PROCESO EDUCATIVO DE SUS HIJOS/AS
La integración de padres y madres al proceso enseñanza-aprendizaje, de sus hijos/as, es fundamental para su éxito escolar. Para que se logre tal integración es primordial primero, que los progenitores estén conscientes de la responsabilidad que les concierne a lo largo de todo el proceso formativo de sus vástagos; por lo que es menester estar atentos al desenvolvimiento de su vida escolar, a fin de mantenerse informados y monitoreando su desarrollo, tanto a nivel escolar como familiar.
En afinidad con nuestro criterio, María López, en articulo publicado en la Revista “Enseñanza y Educación, afirma que cuando padres y madres participan en la vida escolar de sus hijos/as, esto parece tener repercusiones positivas, tales; como son: mayor autoestima, mejor rendimiento escolar, mejores relaciones padres-hijos y actitudes más positivas de padres y madres hacia la escuela. Señala además que los logros del desarrollo de hijos/as y su apropiado ajuste social, es más efectivo cuando existe una relación entre el hogar y el Centro Educativo, por lo que para alcanzar estas finalidades se hace indispensable organizar jornadas de educación familiar, que permita la unificación de la labor formativa y educativa de los y las estudiantes.
Como profesional de la conducta entiendo que la experiencia escolar es una de las que mas contribuye al desarrollo de los niños/as, de ahí la importancia de que padres y madres se perciban como sujetos activos en este proceso y decidan involucrarse en las actividades que realizan los centros escolares, con los que sin duda contribuirán a favorecer su desarrollo integral y a imprimir mayor calidad a la educación que reciben.
La familia constituye el espacio idóneo para el disfrute de los eventos importantes en las vidas de los niños y niñas. La relación que se establece en el ceno familiar es única, porque permite el surgimiento de todo tipo de interrelaciones: orientación, amor, respeto, soporte, ayuda, entre otros, que influyen y modifican los comportamientos de todos sus miembros. Cuando niños/as llegan a la escuela su mente no está en blanco, sino que estos/as traen consigo un conjunto de conocimientos y habilidades y vivencias, que la ha adquirido en el hogar, por lo que la familia juega un papel preponderante en la formación y educación de los hijos/as, ya que es ahí donde se dan los primeros pasos que marcarán el desarrollo de habilidades que fortalecerán la vida del niño/a aun después de la adultez.
En mi experiencia he encontrado estudiantes que aseguran no sentir el apoyo y la motivación necesaria por parte de sus progenitores, para seguir estudiando y tampoco se empeñan en saber la situación en la cual se encuentran sus hijos/as en el centro educativo, lo cual evidencia que padres, madres y tutores/as aun sabiéndose que son los actores principales del proceso educativo muchas veces son indiferentes a esta realidad.
Cuando padres y madres participan del proceso educativo de sus hijos/as, los beneficios que se obtienen son tangibles, no solo contribuye a tener un mejor desenvolvimiento en cuanto a lo educativo, sino también que se convierte en una oportunidad para estar cerca de sus hijos/as, de expresarle su amor, de valorar su esfuerzo, provocando en ellos/as actitudes más positivas respecto a la escuela, y por ende un mayor sentido de compromiso, y autovaloración.
Es necesario que padres y madres tomen conciencia y asuman mayor responsabilidad, supervisión y comunicación con sus hijos/as, ya que una gran parte de los problemas que se generan en los centros educativos tienen su origen en la familia, los cuales a su vez se multiplican en la escuela, repercutiendo negativamente en su desenvolvimiento académico.
Padres y madres deben mantener comunicación constante con maestros/as, involucrarse en los programas de las escuelas, como los comités de cursos y las escuelas de padres y madres, interesarse por la metodología utilizada al impartir la docencia, poner empeño en saber las condiciones en la que se encuentran sus hijos/as, integrándose en todas las actividades organizadas por el centro educativo, todo esto para lograr que el proceso enseñanza aprendizaje se logre de una manera exitosa.
En definitiva, todos/as queremos una buena formación para nuestros hijos e hijas, pero si queremos lograr esa buena formación es imprescindible que exista una buena relación entre la escuela y la familia, ya que en ambos casos persiguen un fin común: la formación de ciudadanos y ciudadanas útiles, y con un alto grado de conciencia social.
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